jueves, 21 de marzo de 2013

A veces...

Imagen pineada
A veces es mejor mantenerse en silencio que decirle a otros como te sientes.  Porque, es doloroso cuando te das cuenta que ellos te pueden escuchar, pero entenderte jamás. #fibromialgia @fibromialgia

Cansada de estar cansada

Así dice una canción de Ednita Nazario (orgullo puertorriqueño)... Cansada de estar cansada... es así como me siento casi todo el tiempo. Quisiera ser la que antes fui, soñadora, romántica, optimista, con la ilusión de que no importa lo que pasara, ya pasaría y todo volvería a ser normal.

Hace tanto tiempo que no se lo que es tener una vida normal, que lo diferente y anormal se ha convertido en mi normalidad. Los doctores, los medicamentos, mi cansancio, mi tristeza...

Sí, estoy demasiado cansada de estar cansada. Quiero volar pero mis alas están rotas. Solo puedo ver como ascienden y vuelan y disfrutan de la vida aquellos que me rodean y me aman. Los pobres... Han tratado de comprender esta "cosa absurda, tonta y estúpida" que es la fibromialgia pero como van a entenderla ellos si a nosotras mismas nos cuesta entender qué nos pasa.  

Hay momentos en que son comprensibles, y hasta consentidores... otros días...ufff... que difícil es hacerles entender que "NO PORQUE ME VEA BIEN ME SIENTO BIEN"  Es un sube y baja de emociones para todos los que nos rodean y para nosotras mismas.

Y es ahí donde viene el cansancio emocional.  Porque el del cuerpo y el dolor aprendemos a lidiar con él. Si es necesario nos acostamos, nos tomamos "alguito" más para el dolor y que más da: a descansar tan pronto como podamos.

Pero el cansancio emocional... ¿como lo podemos controlar? Si alguien sabe la respuesta, la pido a gritos.  El cansancio emocional es cuando ya no podemos aparentar más.  Cuando nuestro ser ha dejado de tener ganas de parecer ser normal.  Ese que nos obliga a sonreir y jugar con nuestros hijos para que no se preocupen y para no perdernos de lo hermoso de la maternidad.  Aquel que nos obliga a compartir la intimidad con nuestras parejas aun cuando lo que queramos es que nos dejen en paz.  Aquel que nos hace soportar un día de trabajo, para poder pagar las deudas del hogar.  Ese cansancio, ¿como lo puedo controlar?

Es el que me hace sentir que estoy fingiendo y siendo hipócrita, porque lo que ves que hago o digo no es lo que deseo hacer en ese momento, lo que quiero es estar sola en mi cama y descansar.  Solo descansar.  Si pudiera dormir también... wow... que feliz sería. Pero rara vez me duermo.  Si logro tirarme en la cama a descansar mi cerebro se activa de una manera irreal!! Se convierte en una maquinita que no para de pensar. Piensa en todo, en mi pasado (como si hubiese sido interesante), en mi presente (que no es nada del otro mundo) y en mi futuro (como si pudiera controlar lo que me vaya a pasar).  Pero este pedazo de masa fea y gris dentro de mi cabeza (y tan importante), no me quiere dejar en paz.  Y me hace pensar y pensar.  Y esto me agota todavía más.

He tenido que aprender a disfrutar la vida de otra manera. A un ritmo mas lento.  Pero que trabajo cuesta bajar las revoluciones cuando se ha estado toda una vida tratando de controlar la vida. Eso es!!! Nadie nos mando a ser tan inteligentes, perfeccionistas y hasta controladoras (no todas, pero yo si).  Tan inteligente soy, que mi siquiatra me dijo que precisamente por ser inteligente no me iban a aprobar la seguridad social.  Estúpida siquiatra, debí dejar de verla... pero la verdad que es la única persona, además de este blog, que sabe como me siento.  En mi proxima vida quiero ser bruta, aunque con tener fibromialgia en esta vida no creo que hagan falta mas cosas malas que purifiquen el alma. (no se, yo divagando)

A veces, como ahora que estoy escribiendo y he leído otras historias de fibroamigas, me doy cuenta que no me ha ido tan mal con esta enfermedad.  He pasado por todo el proceso que han pasado todas las personas que padecemos esta condición. He tenido días terribles en los que incluso pensé en terminar con todo.  Gracias a Dios y a los medicamentos esos pensamientos son parte de mi pasado.  Si me da tristeza sentirme así, tengo depresión crónica recurrente, o sea, jamás se me quitara la melancolía y tristeza que me han acompañado por tanto tiempo.  Pero ya no soy tan fatalista.  Se que lo que hoy siento, seguramente mañana, o pasado mañana o la semana que viene o en algún momento, se me va a quitar.  También estoy consciente que en algún momento volverá.   :-(

Si han leído mis otros escritos, saben que no como gluten (bueno la verdad una vez al año cuando me doy el capricho de comerme una rica libra de pan criollo con gazpacho puertorriqueño hecho por mi, modestia aparte me queda riquísimo) ese día se que algunas cosas se pueden descontrolar pero como dicen por ahí "sarna con gusto no pica"

Desde que elimine el gluten de mi dieta, me he sentido mucho mejor físicamente.  No se si es que al dejar de comer muchas cosas de las que era adicta como el bizcocho, las donas, el pan, las empanadillas...mmmmm he perdido algo de peso y al tener menos masa corporal es menos cantidad donde la fibromialgia pueda hacer sus estragos.  La verdad no se si es un efecto placebo, pero tengo que aceptar que me he sentido mucho mejor desde que elimine este ingrediente de mi vida. Emocionalmente, la cosa sigue mas o menos igual, sobre todo cuando se acercan esos días del mes. Me vuelvo insoportable o demasiado sensible física y emocionalmente.  Pero Gracias a Dios solo dura unos cuantos días...

Creo que no hay terapia mejor para la fibromialgia que contar como te sientes, sin sentir que vas a ser juzgado o ignorado. Saber que existe otras personas que sienten como tú sientes y te comprenden, te dan unas palabras de aliento, un like, un +.  Ustedes me ayudan a sentirme mejor. A dejar de sentirme en soledad aun cuando estoy rodeada de gente.

Al terminar de escribir, ya no estoy tan cansada emocionalmente, me he dado nuevas ganas para seguir luchando al vaciar parte de mis emociones en este momento.  Estoy con menos carga y hasta me siento feliz de tener algo de que escribir. Absurdo ¿verdad?  Pero nadie me dijo que tenia que ser normal.  Un abrazo de algodón.